sábado, 13 de junio de 2015

Capítulo 149♥



Eran las 18 pm y era la hora que Pedro llegue a su casa. Luciana se dio cuanta de la hora, se despidió de Paula, le deseo suerte y se fue. Paula aprovecho, se cambio rápido, cambio a Olivia y espero, espero que Pedro llegue a su casa.
Pedro llego minutos después de las 18pm. Miro el reloj 18 y 20 pm marca el reloj de su camioneta. Renegando por el trafico que habia, entrando en su casa llamo a Fede.

Pedro: hola llegue, adonde dejo esto?

Fede: en el sillón que vos te sentabas cuando estabas enojado con alguien.

Pedro: que? No entiendo Fede para que me hiciste venir hasta aca. Tendría que estar en casa con mi hija. –paula lo escuchaba desde la cocina- yyyyy…. –suspiro- poder hablar con Paula.

Fede: bien por vos. Ahora anda para el sillón que vos siempre pensabas y meditabas cuando estabas con mama. –Pedro camino hacia ese sillón, estaba igual, en el mismo lugar pero habia un sobre en ella-

Pedro: estoy aca pero ahí una sobre aca.

Fede: lo se, agarralo, sentate y lee lo que dice. Tomate tu tiempo para leer frase por frase.

Pedro no entendia nada, abrió el sobre y vio que era la letra de Paula. De Paula? Que hacia una carta de Paula en Marmol?
Empezó a leer, todavia con Fede del otro lado.

Con mucho amor y temor te escribo:

Ya no puedo aguantar más esta pena que llevo por dentro.
Tu ausencia en mi vida es más fuerte de lo que puedo soportar.

Quisiera que me entendieras así como tú también quisieras que yo te entendiera, pero a veces no es posible. Momentos como estos son los momentos más tristes y dolorosos que hay, los que más daño nos hacen y los que más temor me provocan.

Reconozco que no soy perfecta, acepto que a veces no soy ni la sombra de lo que desearías que fuera. Que sin darme cuenta y aun sin querer... despierto en ti la ira o quizás la tristeza por no saber controlar mis impulsos... ni tampoco respetar tu cariño… Por herir tu orgullo y traicionar lo más sagrado… que un día me regalaste y no supe cuidar.

Y ahora, que estoy sola,
¿qué voy a hacer, amor mío?
¿Qué voy a hacer sin ti?
No siento ganas de nada...
Sin ti... no siento siquiera la vida.

Muerta en vida... triste y vacía.
Maldigo la hora que dejé escapar el amor de mi vida. Culpa innegable de mi tonta soberbia... fruto amargo de mi vil cobardía. Bien merecida lo tengo y muy caro lo estoy pagando. Pero es tanto el dolor y la pena, que no encuentro forma alguna de reparar el daño que te he hecho. Mil veces quisiera pedirte, mil veces quisiera rogarte y aun así serian pocas las penas que habría de pagarte. Odio no haberte creido, lo se soy una pobre tonta. –Pedro negó con su cabeza- y te entiendo.

Es por eso… que con el corazón en la mano y con honda tristeza y arrepentimiento,
me postro ante ti derrotada y humillada reconociendo mi culpa y pidiendo perdón por todo el DOLOR que hay en tu pecho.

Sí... ese dolor que no se quita, que agobia, ahoga, te quita el sueño y no te deja sonreír aun a pesar del tiempo.
Y te preguntarás… "¿Cómo es que yo sé que sientes eso?"
Sencillamente porque con tu partida yo también lo siento.

No sé si esto que digo sirva de algo, pues con unas cuantas palabras no puedo borrar el pasado. Te pido y te ruego me des una oportunidad (sólo una) para demostrarte que he cambiado. Para gritar al mundo a los cuatro vientos que tú eres el amor de mi vida y que soy sólo yo una pobre diabla. Te necesito con toda mi alma Pedro, te necesitamos.

Dicen que las palabras se las lleva el viento y es por eso que escribo todo esto:

Para que no quede duda de lo que reconozco y acepto.
Para que todo el mundo lo lea y se entere: que eres tú y solo tú quien reina mi corazón y mis pensamientos.
Que me equivoqué y me arrepiento, y que sólo espero tu inexorable veredicto. De volver o alejarte de mí para siempre, convertida en prisionera de mi amargo arrepentimiento.
Te amo Pedro nunca olvides eso, te amo con toda mi alma, vos me enseñaste a amar. Vos me enseñaste que se amar.
Te amo, Pepe, Piru, Pepin, Pepon, Momia o simplemente Pedro. Te amo mi amor.
Paula Chaves

Pedro con lagrimas en sus ojos, releyó la carta, no lo podía creer lo que estaba le llendo, no veía la hora de salir de allí y correr hacia su casa para decirle que la Perdonaba. Que desde la mañana la habia perdonado pero como es un cabeza dura no se lo pudo brindar.
Volvió a la realidad y recordó que Fede estaba en el teléfono todavia.

Pedro: me voy a casa Fede. –parandose-

Fede: no. –grito- espera no te vallas.

Pedro: necesito ver a Paula. –llorando-

Fede: ese es el motivo que te mande, ahora move ese enorme culo que mama te dio y anda a la cocina y dale un enorme beso que tanto ella espero.

Pedro: que esta aca? –caminado rápido hacia la cocina-

Fede: comprobalo vos mismo. Mas tarde me contas como fue todo, no quiero detalles. Aaaaa esta tu hija presente Ojo con lo que haces. –y le corto-

Pedro llego a la cocina y allí estaba ella con su hija en brazos. Esta hermosa como siempre, con un vestido y miro a su hija y llevaba uno idéntico que llevaba ella. Todavia con la carta en sus  manos y el teléfono lo dejo en la mesa y casi corriendo fue hacia Paula.
Cuenta Pedro

Toque su boca, con un dedo toque el borde de su boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez su boca se entreabriera, como si fuera la primera ves que muestras bocas se rezaban, se encontraban y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y le dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en su cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como si fuera la primera ves que nos besamos con tanto amor. Le atraje mi, con una mano le seguía agarrando el pelo y con la otra la cintura. La bese con tanto amor, con tanto desesperación, muestro beso nunca acababa, ninguno de los dos quería acabarlo. Ambos nos quedamos sin aliento, nos separamos y le empeze a dar besos cortos por su boca, cuello, mejillas. Paula solo me sonreía, después de estar un rato asi, ella me miro fijo a los ojos con Olivia todavia en sus brazos y me pregunto.

Pau: eso quiera decir que me perdonaste? –emocionada-

Pedro: no. –Paula lo miro con cara de tristeza, Pedro lo noto, le saco a Olivia de sus brazos y le agarro por el cuello- desde de la mañana te perdone mi amor. –y la volvió a besar con tanto pasión-

Paula no lo podía creer, estar sonriendo, estar comiendo con el amor de su vida frente a frente. Olivia se habia dormido en los brazos de Pedro minutos antes de sentarse a comer, Pedro la acostó en su cochesito y la debo en la sala. Cerro todas las ventajas, cortinas  y se sento con Paula a comer.

Pau: esta bueno? –mirandolo embobada como comia-

Pedro: si, es idéntico al de mi vieja. Sabes muchas cosas de mi. –sonrio y le puso su mano arriba a la de ella-

Pau: bueno tuve un poco de ayuda. –sonrio-

Pedro: veni, sentate conmigo.

Paula lo dudo por unos segundos pero Pedro la levanto de su silla y la hizo sentar en sus piernas. Le saco el pelo de su cara, la abrazo junto a èl y la miro a los ojos.

Pedro: te dije que estas muy sexi con este vestido al cuerpo que te pusiste para mi? –acariciandole la pierna-

Pau: mmmm creo que no. –le beso la nariz-

Pedro: si pero sabes que va a quedar mejor en el suelo’ –bajandole el cierre del vestido-

Pau: Pedro. –contuvo el aliento cuando sintió el contacto con su piel- Pedro. –pero ya era tarde Pedro le habia bajado el cierre del vestido, la habia hecho parar para que caiga al suelo y la hizo volverse a sentar arriba de èl-

Pedro: son tan linda. –la beso en el cuello- te necesito Paula.

Pau: Pero .. (Pedro la Interrumpio)

Pedro: ssshhh vamos a mi habitación dale, te necesito ahora Pau. –la acariciaba y la besaba- por favor. –beso sus pechos-.

Paula no se pudo resistir tanto, se paro y ella mismo le iba desabrochando la camisa y tirando por las escaleras mientras lo iba besando y caminado a la ves.
Pedro antes de acostarse la paro.

Pedro: para, voy a subir a Oli y la dejo en la habitación de alado por las dudas. Igual tiene el sueño de un Alfonso. –la beso y corriendo fue a buscar a Olivia, la acomodo por un rato en la habitación de su padre- listo.

Agarro a Paula por su cuello y lentamente la fue arrojando con mucha suavidad en su cama. La besaba de la frente hasta los pies. Paso una de sus manos por debajo de su espalda y le desabrocho su corpiño. Supciono sus enormes pechos y Paula solo gimia de placer.
Pedro como pudo se saco sus zapatos y su pantalón porque no aguantaba mas, quería sentir su suavidad, necesitaba de ella.
Estuvieron un rato amas deseándose el uno al otro y cuando no aguantaron mas Pedro se introdujo en ella. Paula largo un leve gemido y con movimientos circularon se entregaron el uno al otro. Sudaban amor, placer.
Era su encuentro que tanto tiempo habían soñado ambos. Cuando llegaron al Climax Pedro se recostó y la abrazo. Paula se recostó en el pecho de Pedro. Con sus respiraciones todavias entre cortadas.

Pedro: te amo mi amor, nunca lo olvides. –beso su cabeza-

Pau: yo también bebe. –beso su pecho-

Muy lentamente sus ojos se fueron cerrando, Pedro se durmió minutos después de ese gran encuentro, en cambio Paula se vistió, tapo a Pedro y fue a buscar a Olivia. Cuando volvió lo vio a Pedro que se estaba vistiendo y le sonrio.

Pedro: eso mismo iba a buscar. –agarro a Olivia y se volvió a costar-

Pau: ahora si hasta mañana mi amor. –lo beso-


Pedro: hasta mañana mis amores.



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